Jorge Eduardo Ordóñez, columnista invitado
Me preguntaba hoy temprano que futuro nos viene, que herencia vamos a dejar a las generaciones que nos seguirán, de qué somos responsables y hasta dónde es nuestro deber y obligación tener el valor de hacer lo justo y necesario para trabajar y lograr la paz que tanto necesitamos.
La marcha por la paz convocada por nuestro Obispo y la gran afluencia de los habitantes del municipio de Irapuato fue un acto que debe ser muy tomado en cuenta por toda la sociedad de Irapuato y por nuestras autoridades: de no haber importantes cambios y soluciones en el corto plazo cada vez más nuestra ciudad irá por un camino nada bueno.
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