Marycarmen Soria
El Congreso de la Unión inició sesiones el pasado mes septiembre y entre los asuntos pendientes, vale la pena destacar aquellos que tienen que ver con las cuestiones que afectan a los trabajadores. La que más ha causado expectativa es la propuesta de la reducción de la jornada de trabajo y que, seguramente, será un asunto muy polémico.
Como era de esperarse, el sector empresarial ha rechazado la propuesta argumentando entre otras cosas, que se han acumulado otras “cargas”, como los aumentos al salario mínimo; la democratización de los sindicatos y la contratación colectiva legítima; la regulación de la subcontratación; el incremento de los días de vacaciones; y la subida de las cuotas patronales al fondo de pensiones.
Y aquí es donde será importante e interesante observar la posición de los partidos políticos y sus diputados, aquellos que nosotros votamos, sobre todo porque los tiempos se han adelantado y tendrán que definir posiciones los candidatos a la presidencia de la república por parte del bloque oficialista y del opositor.
En realidad, las excesivas jornadas de trabajo y los salarios exiguos se convirtieron en las principales “ventajas comparativas” de nuestro país para atraer inversiones extranjeras y fincar empresas industriales que forman parte de la cadena de valor de los grandes consorcios mundiales. Tales son los casos de la industria automotriz; la electrónica; y otras técnicamente más complejas como la aeroespacial.
Ahora que tanto se anuncia el efecto del “nearshoring”, es decir el cambio de la localización de esas cadenas de valor, desde China y otras regiones de Asia a otros países como México, una reducción de la jornada de trabajo podría provocar que esas plantas industriales invirtieran más en maquinaria, equipo, tecnología y capacitación de los trabajadores.
Otro tema pendiente a discutirse es la nueva tabla de enfermedades de trabajo que tiene varias décadas de atraso; y otras reformas a la ley relacionadas con la violencia y el acoso por razones de género; la igualdad entre hombres y mujeres en materia de salarios.
Por ello reitero que todos deberíamos de estar pendientes en las próximas semanas de los partidos políticos y sus legisladores y los candidatos, ya que tendrán que asumir posiciones ante la agenda laboral. Habrá que observarlos con cuidado, para poder estar en condiciones de apoyarlos y votarlos a los que busquen su reelección o emitir el voto de castigo, según nuestro sentir y análisis de su actuar en la Cámara de Diputados.
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