Juan Miguel Alcántara Soria
Votemos o no este 1° de junio, libres o acarreados, con acordeón o sin él, el resultado será destruir al poder judicial independiente que construíamos desde 1995. Para reconcentrar, otra vez, los tres poderes públicos en una sola corporación, prohibida por la Constitución y por cualquier régimen democrático. Ya antes la 4t se hizo de otros órganos autónomos como el INE. Retrocedemos a la “dictadura perfecta”. Los resultados de esta elección, en el que algunas candidaturas con carrera judicial pueden ganar (a las que apuesto), como otras sin experiencia alguna, o candidatos impulsados por la delincuencia, los sabremos en varios días. Demuelen certeza y confianza en el sistema electoral que tanto nos costó. La República se deshace a nuestros ojos y entre los dedos. La venganza de Obrador contra jueces que contuvieron sus arbitrariedades implica correr a la mitad de ellos en todo el país, aparte de ministros de la Corte. Luego despiden a la otra mitad. Yo decidí votar por personas con experiencia en justicia, en proceso harto complejo aun para abogados o usuarios recurrentes del servicio de justicia. Con realismo crítico invité a votar por estos perfiles. Esperamos lograr algunos espacios, reductos de independencia, con jueces de distrito y magistrados que protejan nuestros derechos fundamentales ante actos arbitrarios de policías, alcaldes, gobernadores, legisladores, burócratas, la presidencia de la República. Esperamos resultados sin candor, y con disposición a responder con sentido del honor. En el circuito de Guanajuato se apuesta ganen votación algunos en funciones, EF, de carrera judicial.
La consultora Integralia nos reporta “Hallazgos previos a la Jornada Electoral” (mayo 27): Persiste desinterés en las campañas. La votación será consecuencia de la movilización electoral. Hay muy bajo conocimiento de las candidaturas. Excesivos cargos y candidaturas por votante: en Guanajuato o la Cdmx, elegiremos más de 50 cargos entre 300 candidatos; la complejidad podrá traducirse en votos nulos que se sumarán a elevado abstencionismo (90%). Complejidad y tardanza en el conteo de votos. El INE deberá contar más sufragios que en 2024, con menos recursos y sin el apoyo de los funcionarios de casilla. Los cómputos se realizarán en las oficinas distritales del INE, fuera del ojo ciudadano, y durarán 10 días.
Se han presentado a la Fiscalía General de la República pruebas del uso de recursos públicos para la movilización y compra del voto en la elección judicial, por parte de Morena. Se exhiben en redes y en medios de comunicación las cajas con cheques expedidos por el Gobierno de la Cdmx con los que pagaron a movilizadores, la lista de quiénes son y de los ciudadanos que pretenden movilizar; un sistema informático de asociación delictuosa con recursos públicos del que han dado fe notarios públicos. Tan solo en un distrito. Fiscalía e INE deben intervenir de inmediato, para detener el fraude electoral, que será un golpe de estado, como lo denunciaron Luisa Gutiérrez Ureña, Jorge Triana, Federico Döring y Roberto Gil Zuarth.
¿Qué sigue después del 1 de junio? Obtener más evidencias y trasparentar incidencias del proceso y de sus resultados. Evidenciar dentro y fuera del país manipulación obradorista y de delincuencia organizada. Defender triunfos de ganadores independientes con carrera judicial. Exigir cuentas a la oposición, incapaz de ser “Escuela de ciudadanía” y de defender al poder judicial. Y lo más trascendente y de largo aliento: sigue buscar y encontrar ciudadanía para reconstruir la República. Habemos más masa -alguna conforme con su pensión-, que pueblo. Y ese es el reto: formar ciudadanía; personalizar y desmasificar; convencer a más que la realidad y la calidad del país depende de entender y asumir el deber de cuidarlo y de cuidarnos. “Emprender un plan de acción política por el restablecimiento de la legitimidad del republicanismo constitucional y, en particular, para preservar el sistema electoral pluralista”. Se imponen deberes de una rebeldía moral activa, reconstructora de la república; tarea de generaciones. Conversémoslo ya.