La Suprema Corte de México ha aplazado este lunes la decisión sobre la familia política del fiscal general de México. El máximo tribunal del país tenía en sus manos un proyecto para dar respuesta a los amparos de la cuñada de Alejandro Gertz Manero, Laura Morán, y su hija, Alejandra Cuevas, acusadas de provocar la muerte de Federico, hermano de procurador. El proyecto, desarrollado por el ministro Alberto Pérez Dayan, ordenaba al tribunal responsable reponer el procedimiento por haber cometido fallos. Pero fue rechazado. En su lugar, los ministros solicitaron un nuevo proyecto que analice en profundidad el caso para poder decidir ellos mismos sobre las órdenes de detención y aprehensión contra las acusadas.
Liderados por el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, la mayoría de los ministros rechazó el proyecto que establecía que no habían sido bien evaluadas las pruebas presentadas por las acusadas y devolvía la pelota a los tribunales que llevaban el caso. De acuerdo a la opinión mayoritaria de los jueces, los recursos fueron inicialmente atraídos al Supremo para dar una respuesta concreta y evitar que se empantanen sin llegar a una solución. “Si aprobáramos este asunto, implicaría que se remita a la sala responsable, patearíamos el bote y dejaríamos a las partes en un laberinto judicial”, ha dicho Zaldívar durante la audiencia. “Debemos resolver el fondo del asunto con un estudio en el que analicemos todas las pruebas”, ha agregado.
El comentario del presidente del Supremo hace referencia al laberinto judicial en que llevan metidas las partes desde septiembre de 2015, cuando falleció Federico Gertz. Luego de convivir durante décadas con su pareja, Laura Morán, el hermano del fiscal enfermó en agosto de ese año y murió semanas más tarde en el hospital. Los médicos señalaron como causa una “congestión visceral generalizada”. Alejandro Gertz, en aquel momento rector de la Universidad de las Américas A. C., denunció por homicidio a Morán, actualmente de 95 años, y a su hija. Las acusaba de no haber dado los cuidados necesarios a su hermano. El Ministerio Público de Ciudad de México archivó la denuncia unos meses después, y no fue hasta que Gertz estuvo al frente de la Fiscalía General de la República que la causa fue reabierta. Los investigadores procesaron a las mujeres en julio de 2020 y tres meses después detuvieron a Cuevas. Morán nunca fue aprehendida, pero cuenta con una orden en su contra.
Los abogados de Morán y Cuevas recurrieron en aquel momento las órdenes de aprehensión, y el auto de prisión que mantiene a la hija en la cárcel, y ganaron. Gertz los impugnó, lo que llevó a que la resolución cayera en octubre de 2021 en un tribunal superior, que debía resolver si las órdenes quedaban sin efecto. Fue entonces cuando el fiscal general solicitó la intervención de la Corte y esta accedió.
El Supremo atrajo los recursos el pasado noviembre en plena escalada mediática del caso. Zaldívar dijo entonces que la decisión de atraer el tema se debía a “la afectación que está generando a la honorabilidad de la Fiscalía”, a cargo de un personaje señalado múltiples veces de usar el peso de la justicia para perseguir sus intereses e inclinar la balanza a su favor. La decisión del tribunal arrincona ahora un poco más al fiscal general, en un escenario político en que sus cruzadas personales —contra su familia política, contra el exdirector de la Unidad de Inteligencia Financiera Santiago Nieto o contra el exconsejero jurídico de Presidencia, Julio Scherer—, se han vuelto la agenda judicial del país. “Esto no es más que una persecución con toda la fuerza del Estado”, reclamó Alonso Castillo, hijo de Alejandra Cuevas, a las puertas del máximo tribunal minutos antes de que comenzara la sesión.
El caso de la familia política alcanzó un nuevo nivel de escándalo a principios de marzo cuando se filtró una llamada del fiscal con su mano derecha, Juan Ramos, sobre el proceso judicial. En el audio, publicado por una cuenta anónima en internet, se escuchaba al procurador decir que ya tenía en sus manos “el proyecto de Pérez Dayán”. Tras leer lo escrito en el documento, el procurador se quejaba de que resultaba desfavorable a sus intereses y que podía abrir la puerta a la liberación de su sobrina política. La familia de Cuevas reclamó que el fiscal haya tenido acceso al proyecto y acusó que utilizaba su cargo para interceder en el proceso judicial.
Cinco de los 11 jueces del Supremo han abierto además este lunes la puerta a dar amparos lisos y llanos a Morán y Cuevas, una herramienta legal que determinaría la inconstitucionalidad de las órdenes de aprehensión y detención, y han pedido la libertad inmediata de la sobrina política de Gertz. El fallo implica un revés para el fiscal, así como un tropiezo para la familia de las acusadas, que anhelaba una resolución definitiva en breve. Mientras el Supremo prepara un nuevo proyecto que analice de fondo el asunto, aún sin fecha establecida, Cuevas deberá seguir su espera en el penal de Santa Martha Acatitla.
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