“Todavía hay tiempo de rescatar Irapuato”

La crisis social y de inseguridad por la que transitamos en Irapuato, no se había presentado de una manera tan profunda como lo hemos vivido los irapuatenses en los últimos siete años. A través de este tiempo se han presentado una serie de incidentes violentos como aquel que ocurrió en el Bar La Parranda, donde un comando armado abrió fuego contra un grupo de personas, trayendo como consecuencia el asesinato de mujeres inocentes que trabajaban en el establecimiento.

¿Y qué me dicen de aquel asesinato a una inocente mujer que se resistió a un asalto en el cajero de un Bancomer, que venía acompañada por su hija de 15 años?, donde claramente recuerdo que el Ing. Félix Servín (QEPD), antiguo director de seguridad pública del municipio de Irapuato declaró que “los Irapuatenses no debíamos acudir a cajeros después de las 10:00 p.m. porque es muy peligroso”. Tampoco olvidemos el cruel asesinato del Arquitecto Leobardo Magaña en un hospital, a manos de un grupo de asaltantes en plena Zona Dorada. Todavía persiste el dolor en la memoria de los Irapuatenses sobre el trágico asalto que le quitó la vida al empresario Hiroshi Mitani en la salida a León. Los años pasan, la violencia y las víctimas aumentan a tal grado que la nuestra es considerada una de las ciudades más inseguras del mundo, donde sucesos como el ocurrido en la masacre del anexo o la muerte de Ángel Yael, estudiante de la Universidad de Guanajuato asesinado a manos de un integrante de la Guardia Nacional, tienen todas las miradas internacionales volteando hacia Irapuato y su reputación.

¿Hasta cuándo se ha de abusar de nuestra paciencia?, ¿cuándo nos veremos como ciudadanos libres en nuestra ciudad?, ¿a qué extremo hemos de llegar para que sea escuchada nuestra voz?, ¿cuánto ha de suceder para que nos sintamos orgullosos de nuestro terruño?, ¿en qué ciudad vivimos? Los Irapuateneses estamos cansados y es momento de reaccionar, es un trabajo que todos debemos hacer en perfecta coordinación, pero sobre todo con una resolución firme y generosa, donde el amor por la polis pueda más que el temor, donde todos podamos hablar y el diálogo permita construir las verdaderas políticas públicas que nos lleven a la justicia y a una ciudad de paz, algo que en Irapuato se olvidó desde hace muchos años.

La estrategia debe cambiar, no solo es indispensable generar condiciones de seguridad, sino también la recuperación del tejido social.

En mi opinión como ciudadano Irapuatense, desde hace poco más 31 años, se debe empezar por lo siguiente:

Construir un C5 que cumpla con las normas y certificaciones necesarias para poder generar un sistema de seguridad ciudadana que realmente tenga la capacidad de generar estrategias de reacción  y prevención del delito, tomando como eje central un plan masivo para equipar de cámaras y fibra óptica toda la ciudad de Irapuato, garantizando un fuerte sentido de conectividad y video vigilancia.

Por otra parte debe existir una estrategia de inteligencia, donde haya sistemas o plataformas digitales que sean operadas por especialistas que puedan capacitarse en el extranjero, en agencias internacionales como el MOSAD, M5 o el FBI; suena de película, pero el escenario es real y la realidad supera la ficción.

De igual manera, la coordinación con todos los cuerpos de seguridad es de suma importancia y la tecnología puede ser un gran aliado para este trabajo; se puede contratar un sistema que interconecte, por medio del geo posicionamiento y comunicación, a las distintas corporaciones.

Es muy importante considerar la parte de CONTACTO o la quinta C dentro del C5 (Control, Comunicación, Comando, Cómputo y Contacto). Los sistemas de inteligencia municipales deben estar aliados con este último aspecto ya que las denuncias en México son por medio del 911 de manera telefónica y realmente quedan como hechos aislados y burocráticos,  es importante el poder contar con una herramienta digital como un Sistema interno eficiente, un Chatbot, una verdadera APP o una fuerte estructura en WhatsApp que pueda distribuirse entre la ciudadanía y permita que las denuncias puedan ser emitidas y canalizadas de manera más eficiente y precisa, interconectándolas a los sistemas operativos y de inteligencia, donde también tengan como propósito la generación de datos… datos que serán analizados para la creación de  modelos predictivos en materia de inteligencia que, por medio de pronósticos y estadísticas, permitan crear una corporación municipal sólida que zonifique y parta de una base de datos que contribuya a la modelación de los mismos para poder identificar la potencialidad en la actividad criminal, donde los algoritmos ayuden a combatir los delitos , gracias a una infinidad de beneficios que podemos lograr con el uso de la tecnología, como por ejemplo: identificando patrones de comportamiento o la creación de informes de calidad.

Ninguna de las estrategias podrá caminar si no logramos la correcta profesionalización de los elementos policíacos, los cuales deben estar capacitados de manera táctica, física y académica. Es de suma importancia hacer un diagnóstico para conocer el estado de fuerza, en materia de infraestructura y de capital humano, todo para lograr una corporación digna de ser reconocida, donde las acciones deben de ir encaminadas a tener una policía con un trato humano, con apego a los derechos humanos, intervención, proximidad, primer respondiente, con las bases técnicas del nuevo sistema de justicia penal acusatorio, primeros auxilios, atención turística y calidad en el servicio. Si bien es importante capacitarlos para la excelencia operativa, es fundamental mejorar los beneficios sociales de los elementos, donde más que enfocarnos en un aumento de sueldo, nos enfoquemos en un trato digno y en un sistema de prestaciones que motiven el servicio de carrera, como lo podría ser instalaciones de primer nivel para la recreación de los elementos, seguro de gastos médicos mayores de excelencia, convenios de vivienda, becas para sus hijos en escuelas y universidades particulares. Aunado a todo esto debemos buscar la promoción internacional, organizando eventos tales como expos, ponencias y foros que promuevan la seguridad y en los que puedan converger autoridades federales, internacionales, iniciativa privada, consultores, académicos y ciudadanos.

La internacionalización de la seguridad en Irapuato es una estrategia que permite impulsar el apoyo económico y social de gobiernos extranjeros y la intervención de organismos internacionales para fortalecer nuestras instituciones en todos los sentidos.

Es de suma importancia  involucrar como gobierno a la iniciativa privada para promover diálogo, coordinar acciones y  escuchar las propuestas de la ciudadanía por medio de los consejos ciudadanos, programas de vecinos alerta, redes ciudadanas, laboratorios de políticas públicas,  think tanks, cámaras y asociaciones, las cuales sí o sí, deben tener un lugar en las mesas y un seguimiento puntual por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Para finalizar, ninguna estrategia de seguridad puede caminar si no existen las condiciones sociales para recuperar el tejido social. Los municipios pueden aportar un granito de arena y dar los cimientos para crear una sociedad con valores, alejada de las drogas, fomentando el deporte, la cultura, la música, el emprendimiento, espacios públicos por medio de eventos y estímulos, la generación de empleo de una manera inteligente y, sobre todo, centrarse en lo más importante: la familia. Es por eso la necesidad de grandes servidores públicos irapuatenses.

Para lograr esto es indispensable la captación de recursos, los cuales son limitados; sin embargo, modernizar los sistemas de recaudación permitirá accesar a este plan de rescate ciudadano.

Veo mucho dolor en nuestra ciudad, veo hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes, ancianos, empresarios, comerciantes, personas con discapacidades, padres y madres de familia, personas con orientaciones diferentes que vuelcan su rostro y sus ojos buscando un Irapuato lleno de paz.

Soy Irapuatense por dentro y por fuera, en las buenas y en las malas, de tiempo completo; lo asumo con orgullo y lo defiendo ante las críticas mordaces y peyorativas de aquellos para quienes los Irapuatenses somos adversos. Ser Irapuatense no solo es un asunto de ensoñación, es una manera de pensar, un modo de sentir, una actitud frente a la vida, un credo, una pasión… eso es ser Irapuatense y eso es lo que debemos preservar.

Si por algo valdría la pena ofrendar la vida, sería por Irapuato, porque Irapuato nos concierne a todos, a nuestros hijos, a nuestros seres queridos, a nuestra pareja y nuestros amigos. ¡Todavía hay tiempo de rescatar Irapuato!

En memoria de Ángel y todas las víctimas y familiares Irapuatenses, los abrazo con el corazón.

Mario Felipe Cervantes Villegas

Especialista en Gobierno Digital

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