Dr. Ulises Hernández
Hay una gran diferencia entre la primera y la segunda marcha, en la primera fue de manera espontánea convocada por los ciudadanos que se sienten agraviados por las propuestas del presidente, en la segunda será una marcha con acarreados, con personas amenazadas con quitarles sus pensiones y peor aún, al mero estilo de la vieja usanza.
Tenemos un Presidente que aún no supera la adolescencia y lo demuestra con el orgullo de ver “quién la tiene más grande”; no tenemos un mandatario con madurez política, tenemos un gobernante berrinchudo que al primer gol en contra ya quiere llevarse su pelota. Aún cree que es mejor jugar con árbitros a modo y que no marquen faltas y penales al equipo local.
Lo que reúna López Obrador el día 27 de noviembre, estará bajo la sombra de la imposición, del autoritarismo y de la desesperación política que proyecta.
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