Rolando Daza
Apunte
Desde el 2019, en diversos foros, diversas voces, diversas instituciones y diversos expertos, han señalado los efectos que provocarían a corto y mediano plazo las decisiones presidenciales tomadas por el gobierno de la transformación… ahora ya las estamos sintiendo, y algunos más graves de los que se pronosticaban.
Las decisiones han sido, más de las veces, de orden político que económico u orientadas al bienestar de la población.
Comentemos. Una de ellas fue la suspensión del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a fines de octubre de 2018. Se consideró que esa decisión iba a ser sumamente costosa en lo económico, además de sus implicaciones en la confianza de los inversionistas interesados en invertir en México. En días pasados, la Auditoría Superior de la Federación referenció que la cancelación ha costado más de 200 mil millones de pesos, más los costos a futuro, el costo del AIFA y sus consecuencias.
Además, observemos hoy que la nueva inversión en infraestructura se ha reducido a las obras emblemáticas del presidente cuya rentabilidad económica. Lo grave es que la inversión privada (interna y externa) se ha centrado en la importación de maquinaria y equipo para ampliar la capacidad de sus plantas, sin embargo, no para construir nuevos centros de desarrollo. La implicación directa es un crecimiento lento de la economía.
Una decisión más del gobierno, es la gestión de la pandemia de Covid-19; en contra de voces especializadas que indicaban los engaños de la estrategia adoptada. En lo sanitario, la estrategia de Hugo López-Gatell no estaba bien enfocada, que provocó más muertes de las inevitables. Hoy conocemos que es mayor a 700 mil personas, la tasa más alta por millón de habitantes en todo el mundo.
Otra disposición que también ha afectado al país es sustituir el Seguro Popular por el INSABI. El fallido intento de implantar el INSABI debilitó al sistema de salud, en el 2022, 18 millones de mexicanos dejaron de tener acceso a la salud. Algo semejante ocurrió con la centralización de las compras de medicamentos. El desabasto de medicinas ha sido enorme y, además de las consecuencias en salud, ha provocado que la gente gaste 43% más en medicamentos y atención médica que lo que hacía en 2018.
Estas son algunas decisiones del gobierno de la 4T que han tenido graves consecuencias para los mexicanos. Hay más, de las cuales ya estamos viviendo (sufriendo) las consecuencias de decisiones tomadas a espaldas de la sociedad y con oídos sordos a las instituciones y a los mexicanos. Estemos preparados ya que de las muchas decisiones tomadas por este gobierno, por un largo tiempo las estaremos padeciendo.
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