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Rolando Daza

Apunte:

The Economist presentó el informe titulado “Frontline democracy and the battle for Ukraine”, donde señala que en América Latina hay riesgo de que crezca la lista de autocracias, se nota un declive en el índice de democracia. El puntaje promedio cayó a 5,79, por debajo del 5,83 en 2021. El Salvador registró la segunda disminución más pronunciada de la puntuación en la región, después de Haití, en 2022.

El informe señala que “varios países están experimentando un proceso de retroceso democrático”, como Haití que atraviesa una aguda crisis institucional, al borde del colapso, y experimenta el tercer peor índice mundial en cuanto a la pérdida de democracia.

Los latinoamericanos tienen un bajo nivel de confianza en los gobiernos, “la región alberga algunos de los países más desiguales y corruptos del mundo. La capacidad del Estado también se vio debilitada por el crecimiento de las organizaciones criminales transnacionales. El narcotráfico está generando altos niveles de delincuencia y corrupción incluso en las democracias más sólidas de la región, como Chile y Uruguay”, sostuvo el informe.

Señala The Economist que los tópicos que predominaron durante el 2022 en la región es la hiperpolarización y la oposición, centrándose en las elecciones celebradas en las democracias más grandes.

“La elección más polarizada ocurrió en Brasil entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva. El primero dijo que tenía poca confianza en las máquinas de votación electrónica de Brasil y amenazó con no reconocer los resultados y Lula ganó la presidencia por un estrecho margen en una segunda vuelta”, resumió el informe.

Los partidarios del líder conservador se negaron a aceptar los resultados y exigieron la intervención de las fuerzas armadas, fallaron las denuncias e intentos para anular la mitad de los votos de la segunda vuelta, siendo de los puntos negativos que destacó el informe inglés, sobre Brasil.

Otro tema del informe fue el intento de reformar la Constitución de Chile y las marchas sociales del 18 de octubre de 2019. La no aceptación a la nueva Constitución (por un gran margen de 24 puntos) ocurrido el 3 de septiembre de 2022 significó un duro revés político para el flamante presidente Gabriel Boric, quien respaldó el proceso. Esta derrota del primer mandatario redujo los anteriores niveles de polarización política y acordaron un segundo proceso de reforma para 2023 para “corregir las fallas en el diseño institucional”.

En cuanto a Colombia, también fue analizada “la elección presidencial del 2022 más polarizada en la historia reciente”. El informe señala los históricos comicios en los que el candidato Gustavo Petro derrotó al populista de derecha Rodolfo Hernández convirtiéndose así en el primer presidente de izquierda de Colombia.

Un gran tema es el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, donde se experimentó un proceso de retroceso democrático. “Él usó su posición para atacar a sus oponentes, incluidas las autoridades electorales. En 2022, el gobierno aprobó una reforma que reduce el financiamiento de la autoridad electoral y restringe sus poderes de supervisión, poniendo en riesgo la integridad electoral”, destacó el informe.

En México, al menos 13 periodistas fueron asesinados en 2022 y los servicios de inteligencia espían habitualmente a periodistas y activistas. “El papel de las fuerzas armadas en los asuntos públicos y la economía se amplió bajo el gobierno de AMLO incluso otorgándoles el control de la Guardia Nacional hasta 2028“, amplió el documento.

The Economist se enfocó también en la disminución del puntaje de Perú en 2022 al cual se lo clasificó de estar bajo un “régimen híbrido”. Se hizo un recuento de la situación del ex presidente Pedro Castillo quien “anunció inesperadamente que tenía la intención de cerrar el Congreso, convocar elecciones legislativas anticipadas, gobernar por decreto, reestructurar el poder judicial e imponer un toque de queda”.

Un tema a llamar la atención fue el de El Salvador, cuyo presidente Nayib Bukele, aplicó “políticas de mano dura contra el crimen y la retórica antisistema” que lo llevó a ser muy popular. De esta forma pudo minar los controles y equilibrios, incluido el reemplazo de toda la bancada de la Corte Suprema. “En 2022 anunció que se postulará para la reelección consecutiva a pesar de los límites constitucionales, y una Corte Suprema dócil aprobó la medida”, agregó el informe.