Rolando Daza
Apunte
Este año es crítico por la situación hídrica en las principales ciudades del estado de Guanajuato, en el 2024 la escasez del agua va a afectar a la población. Las autoridades parecen considerar que la situación se resolverá esperando una fuerte temporada de lluvias. Si observamos, estamos por concluir el verano y las lluvias no han sido constantes.
Este fenómeno afecta a gran parte del territorio mexicano a pesar de las “declaraciones” de las autoridades. En papel, México está por obtener una cobertura del 100% de agua potable; ¿esto será cierto?
Desde 2006 el 61% de los municipios del país tenían acceso a agua todos los días. En el 2023, cada vez es menos, en este año solo el 33% recibe agua todos los días. Tener agua todos los días es un privilegio, de pocos. No es exclusivo de los estados, en la CDMX la alcaldía Milpa Alta antes contaba con agua 6 días a la semana, hoy solo 3 días.
En León hay zonas que solamente 3 días de la semana reciben agua. Más dramático es Doctor Arroyo en Nuevo León, solo reciben un solo día agua. Es un reflejo de la falta de acciones y medidas por las autoridades federales, estatales y municipales, sequía, falta de inversión pública y soluciones para atender la situación… Quieren que la población “compre” la gran solución diciendo que el agua tratada para el 2024 será consumible por los habitantes. Gran solución.
Como país y como estado, no deberíamos de tener problemas para el acceso al agua. Si padecemos esta situación es debido a que las normas están más hechas, falta coordinación entre los niveles de gobierno y el agua se concentra en unas solas manos, a las autoridades no les interesa el bienestar de la población, todo es política y, ahora, la sucesión del poder.
Los municipios, los estados y el gobierno federal no pueden regular de forma completa, solo administran las concesiones de agua. Nadie puede o quiere atender la situación, no hay información confiable, como se puede atender para mejorar y menos un sistema homologado para la distribución del agua, su financiamiento o para reutilizar el agua.
Otra situación que incide en la problemática, es la fuerza de la agroindustria. El 75% del agua va a la agricultura, la mayoría del agua por medio de concesiones. La organización Agua Para Todos señala que, con el “pretexto” de que se necesita el agua para los alimentos, esta industria se ha convertido en una hidrocracia… son personas, familias y empresas que controlan las concesiones, influyen de manera determinante en la distribución del agua. Su poder es enorme. Los cotos de poder están por doquier. El 70% del volumen de aguas concesionadas están en manos del 2% de los titulares.
Las excusas existen, hacer lo correcto no se observa. El bienestar de la población es lo menos importante mientras la política genere la permanencia del poder. Así los mexicanos son las víctimas de esta grave situación.
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