Rolando Daza
Para los mexicanos, por siglos, vivir en la democracia ha sido un sueño. Los entuertos por los que atravesamos fortalecen el espíritu de luchar por alcanzarla, no solo es necesario para sensibilizar sobre la necesidad de los ciudadanos de disfrutar de ella. Los momentos que pasamos son para reflexionar sobre algunos de los problemas que impiden su desarrollo de forma positiva. El éxito de la convivencia social, que en los últimos años parece encontrarse en estado crítico, depende de encontrar un fin común capaz de vincular a sus miembros por encima de unas necesidades particulares.
Para que la democracia sea eficaz es necesario que algunos actores asuman la soberanía del pueblo para ejercer la función de intermediarios entre los ciudadanos, el Congreso, el Ejecutivo y así poner en marcha el proceso de deliberación requerido para alcanzar acuerdos.
Como indica Habermas, en el cambio estructural en la esfera pública y la política deliberativa, las redes sociales parecen ofrecer una forma de comunicación en la que se mezcla lo público y lo privado, dando lugar a una esfera pública fragmentada y narcisista que deforma la percepción de lo común. El problema es que la conversación actual se parece más a un ruido que a un intercambio pacífico de ideas que buscan resolver los problemas y llegar a acuerdos.
Las redes sociales han multiplicado el flujo informativo y permiten que los ciudadanos puedan formar parte de la esfera pública de un modo más directo. Sin embargo, el debate social no ha mejorado, sino que se ha polarizado y se han eliminado las voces que no son acordes con la cultura dominante.
Buscando reponer el espacio mediático de comprensión son necesarios medios de comunicación independientes y solventes, capaces de dirigir los flujos de información y concentrar las opiniones públicas. En Guanajuato y en el país, los medios tienen la injerencia por medio de la publicidad (o propaganda) que colocan los diversos gobiernos en los medios de comunicación, sin su presencia, pocos medios podrían sobrevivir.
Ahora, además de los medios tradicionales, surgen canales alternativos como blogueros, youtubers o influencers que ocupan un lugar cada vez más relevante a la hora de informar a los ciudadanos. Sin embargo, pocos ofrecen a través de la colaboración, soluciones y canales de comunicación que promuevan una democracia en la que los medios de comunicación actúen como intermediarios entre los poderes públicos y la población.
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