CONTACTO AL MINUTO

Rolando Daza

Apunte:

A pesar de todo, el país sigue moviéndose. Recientemente, en un viaje a Monterrey, observé un gran número de estadounidenses hospedados en el hotel. Pregunté a uno de ellos si es que habría algún congreso al cual venían.  Me comentó que él también notaba lo mismo, en realidad estamos por diversos proyectos, “están pasando cosas en Monterrey”, comentó.

En el viaje hacia el aeropuerto de Monterrey se notaba que, efectivamente, están pasando cosas. Se observa mucho movimiento, naves industriales en construcción. Sin embargo, este fenómeno no sólo es en Monterrey. Algo semejante se observa en otras partes del país. El “nearshoring” parece que se está concretando, es ahora o nunca para el país.

Un reporte de Newmark sobre el mercado de naves industriales en Latinoamérica pone a Monterrey, Tijuana, Guadalajara y Ciudad de México como cuatro de los puntos con mayor dinamismo. ¿Dónde está el Bajío? ¿Qué estamos haciendo?

La Secretaría de Economía señala que, en el 2022, se recibieron 35 mil 292 millones de dólares de inversión extranjera directa, la cifra más alta desde 2015. De esa inversión, el 12.7% se orientó al sector de manufactura, ¿será una señal del nearshoring, es decir, regresa la manufactura a Norteamérica?

Desde mediados de los 80´s en distintas partes del mundo, las cadenas de proveeduría han tendido un desarrollo de carácter global. En los 90´s, China y el sureste asiático, crecieron enormemente gracias al offshoring, o sea, la ubicación de la producción de empresas norteamericanas que buscaban un menor costo de mano de obra. Un factor valioso fue el costo laboral, además el costo de transporte (en relación con el valor del producto), aranceles y tratados comerciales jugaban un rol importante en la decisión. Así, las cadenas de producción se han movido en medio de un delicado balance entre todas estas variables.

En 2020 aparece el COVID, afectando las cadenas logísticas internacionales. Por el encierro o enfermedad del personal, muchos puertos tuvieron que parar operaciones. A finales del año, una reactivación de las economías llevó a un aumento repentino de la demanda y, con ello, una mayor solicitud de transporte marítimo que encareció la renta de contenedores. A lo anterior, la inestabilidad política en la relación Estados Unidos-China, ha generado una mayor reserva en el comercio entre ambas naciones. Así pues, ese balance parece estar cambiando.

Las empresas actualmente, necesitan una mayor capacidad de respuesta, México, con su cercanía al mercado estadounidense, se puede estar convirtiendo en una posición clave para relocalizar la producción de diversas empresas. En el nearshoring, no se trata sólo de inversiones estadounidenses, también de canadienses, alemanas y hasta chinas, entre otras, las cuales consideran que México es un destino apropiado para relocalizar su producción, aprovechando costos laborales y la gran ventaja, ser parte del tratado comercial más grande del mundo.

Es una oportunidad, los gobiernos deben moverse para aprovechar la (señalado en un anterior Apunte) gran oportunidad que se presenta para el país en décadas, para capitalizar las inversiones y volver en crecimiento, en empleos nuevos y mejor pagados. Se requiere una mayor visión de la economía y bienestar del país, tanto empresarios como gobiernos deben aprovechar, nuestro estado no puede esperar, hay que buscarla.

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