Rolando Daza
Apunte:
En nuestro estado de Guanajuato, las empresas de la región, ¿cómo se encuentran en el uso de la inteligencia artificial y el análisis de datos…? en muchas partes del mundo el uso de herramientas basadas en algoritmos se extiende en las empresas.
Estas herramientas están diseñadas para producir recomendaciones que ayuden a los directivos a tomar decisiones más informadas. Estas recomendaciones son objetivas y no tienen otra finalidad que aumentar la eficiencia y rentabilidad de los procesos empresariales. Algunos directivos lo saben. También saben que estas herramientas están para hacerles la vida más fácil. Aún así, y por sorprendente que parezca, no siempre siguen sus recomendaciones.
Muchos directivos en el estado deben comprender que los sistemas de soporte de decisiones son importantes para las empresas, ayudan en el análisis para la toma de decisiones y deberían de explotarlos. Sin embargo, se presenta un fenómeno, si he trabajado sin el apoyo de sistemas ¿por qué debo de trabajar con ellos?… estamos en el marco de una cuestión: la interacción entre humanos y los sistemas inteligentes (algoritmos).
En diciembre del 2021, una empresa española trasnacional hizo una prueba piloto de un sistema de desarrollo de decisiones para ayudar a los directivos a fijar precios. Los directivos que siguieron sus recomendaciones aumentaron los ingresos en casi un 6%, lo que convenció a la empresa para implantar la herramienta en sus tiendas y franquicias de todo el mundo.
En función a las previsiones de demanda, el sistema hacía recomendaciones de precios semanales, pero eran los directivos los que tenían la última palabra al respecto.
Al final del año 2022 los directivos empezaron a ignorar las recomendaciones, incluso más de la mitad de las veces. A menudo bajaban los precios cuando el sistema aconsejaba mantenerlos, o aplicaban descuentos más agresivos de lo que sugería la herramienta. Finalmente, quienes más se desviaron de las recomendaciones a menudo tuvieron menos ingresos de lo esperado.
Ante ello, observamos que las personas somos, en general, renuentes al cambio. Los directivos optaban por lo que ya conocían, por el método que dominaban, en lugar de aceptar un sistema nuevo que se apartaba de la norma.
Acostumbrados a recibir informes semanales con los niveles de inventario, los directivos se concentraban por vender lo antes posible el inventario que quedaba. En cambio, las recomendaciones iban dirigidas a que los ingresos fueran más altos al final de las rebajas, aunque eso implicaba descuentos más conservadores al principio.
Nuestra capacidad cognitiva es limitada, la información que proveen los sistemas rebasa, más de las veces, la capacidad del hombre para tomar decisiones. Los directivos se sienten abrumados, desbordados, al tener que comprobar la excesiva cantidad de datos a considerar y de recomendaciones de precios que producen las herramientas de toma de decisiones. ¿Las empresas de Guanajuato, sus directivos, estarán listos, preparados para vivir la nueva realidad?
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