CONTACTO AL MINUTO

Rolando Daza

Apunte:

Nuestro PEMEX, en Guanajuato, tiene instalada una refinería que está, según el gobierno federal, en renovación para ser más productiva y los mexicanos seamos capaces de producir nuestros productos refinados como gasolinas y aceites. Sin embargo, la información que se dispone es contradictoria. Las dificultades de Pemex con sus proveedores han aumentado en el último año cuando el gobierno federal dio a la petrolera la responsabilidad de cubrir sus vencimientos de deuda, debido principalmente a los altos precios del petróleo que se registraron en los últimos años. Sin embargo, PEMEX no ha logrado la encomienda y la hacienda pública decidió colocar 64,000 millones de pesos a la empresa de “todos los mexicanos”.

Las indicaciones sobre el apoyo a Pemex en el último año del AMLO son confusas: el gobierno otorgará una gran cantidad de recursos, 170,000 millones de pesos, reducirá su carga fiscal al bajar el Derecho de Utilidad Compartida a un mínimo histórico de 35%, no producirá ningún cambio en el manejo de la empresa con el Ing. Agrónomo al frente y su plan de negocios no sufrirá ninguna modificación. Los analistas no auguran un escenario distinto al visto en los últimos años. El rescate a Pemex, seguirá en el discurso; como lo hemos señalado, la prioridad no es la economía o el bienestar de la población, es la política.

La petrolera recibirá en el 2024 un presupuesto de 456,021 millones de pesos, el más bajo del sexenio. Con un recorte en la filial de exploración y producción, una disminución de 49% en sus inversiones y un recorte de 48% en lo referente al mantenimiento, el área que ha provocado una rebaja por parte de las calificadoras, generando un mayor costo para acceder a los mercados.

La inyección de 145,000 millones de pesos que recibirá para sus amortizaciones de deuda y la baja en la carga fiscal serán suficientes para cubrir con los vencimientos que tiene la petrolera, el efecto será limitado y la deuda no bajará como se ha prometido. El primer gobierno morenista podría terminar sin cumplir esta promesa.

Con el apoyo, Pemex tendrá los recursos para cumplir con las obligaciones que tiene con sus tenedores y evitar el impago. Continuará con un problema de estructura y sin la liquidez necesaria para afrontar los pagos de los próximos años: en los siguientes cuatro años deberá pagar 51.6% de su deuda, según cálculos del Instituto Mexicano para la Competitividad. La siguiente administración federal, sin importar el partido político, deberá enfrentar el problema. La estatal no podrá enfrentar los pagos sin el apoyo gubernamental.

A la deuda, se suma el saldo que tiene la compañía con sus proveedores. La petrolera tiene al menos seis meses de retraso en el pago, según datos publicados por Latinus. La petrolera Hokchi Energy, que ganó una licitación el sexenio pasado, ha iniciado un proceso de solución de controversias por el impago de 190 millones de dólares por el crudo que Pemex ha comercializado desde febrero pasado.

Los analistas y las calificadoras aseguran que no todo es negativo en nuestro PEMEX: la estabilización de la plataforma de producción es uno de los puntos a favor de la administración actual. Pese a ello, la petrolera no ha invertido suficiente en nuevos descubrimientos como para asegurar la producción a futuro y esa tendencia podría no ser sostenible en el largo plazo.

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