Rolando Daza
“Por qué el futuro automotor es eléctrico”, así tituló un estudio en septiembre la poderosa consultora neoyorquina McKinsey.
Hace tiempo conversé con amigos de la Maestría y les pregunté qué exporta México. Alguien por allá dijo petróleo, otro, aguacates, y uno más habrá dicho tequila.
Acertaron todos, aunque la relevancia de esos tres productos juntos es muy pequeña comparada con los automóviles y camiones que en valor, significan un tercio de las exportaciones mexicanas.
El lío es que esas ventas están en riesgo, y con éstas, miles de empleos en Querétaro, Guanajuato, Nuevo León, Chihuahua, Baja California, Sonora, Coahuila…
¿La razón de la zozobra? Que los mexicanos producen coches a gasolina o a diesel, y los europeos, estadounidenses y asiáticos, al parecer ya no los quieren.
Un gráfico incluido en el reporte es revelador. Reporta que en 2019, las piezas de motor, transmisión y fuel injection representaban el 26% de las autopartes en el mercado mundial de la producción automotriz.
Para el final de esta década, ese negocio solo ocupará el 11% del total global.
¿Cuál estará en el primer lugar de acuerdo con la tendencia actual?
El dedicado a coches “verdes”: transmisiones híbridas (de motor de combustión y eléctrico); baterías; sensores… ¿Por qué no hay empresas nacionales poderosas en esos ámbitos?
La duda la resolvió en parte Harald Gottsche, CEO y Presidente de BMW Group Planta San Luis Potosí.
Los fabricantes se aseguran de que toda la cadena de suministro (todos los proveedores) que participe en la producción de un automóvil híbrido o eléctrico, use energías limpias.
No tiene sentido expuso en una conferencia virtual, ofrecer un automóvil sin emisiones, hecho con energía sucia.
¿Qué tanta energía limpia puede garantizar hoy México? Poca.
El crecimiento sólido en nuevos proyectos para instalar plantas solares y eólicas se detuvo a partir de 2019, por la llegada de un gobierno poco proclive al capital privado y por el arribo de una pandemia que interrumpió las cadenas de suministro.
Pero hay algo de optimismo, pese a esa información. Proviene de la misma BMW.
Esta semana anunció la incorporación del nuevo M2 a su línea de producción, que solo será fabricado en la planta mexicana de esta compañía, instalaciones ubicadas en San Luis Potosí. Ahí arman también los modelos BMW Serie 3 Sedan y BMW Serie 2 Coupé. Casi todo va al extranjero.
Empezaron en 2019 con 25 mil coches producidos y su meta es cerrar 2022 con 90 mil unidades saliendo por las puertas de ese complejo con capacidad máxima de 175 mil vehículos anuales.
BMW es de Alemania, una nación enfocada en eliminar su dependencia de los combustibles fósiles que le compran a Rusia. Sus empresas tienen la misma misión.
Y nosotros ¿¿¿para dónde nos moveremos en los próximos años??? El futuro está en nuestras manos.
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