Los municipios en México han venido desarrollando y operando sus procesos de la misma manera que lo han hecho desde hace más de 20 años.
El rezago en el uso de tecnología en el gobierno es evidente; contrario a lo que pasa con la iniciativa privada, la cual va viento en popa, tomando como ejemplo a las empresas mexicanas de tecnología como KAVAK (venta de automóviles por internet) o KONFIO (Fintech) las cuales no solo han alcanzado éxito a nivel mundial sino también una valuación por más de mil millones de dólares, teniendo el distintivo de empresas “unicornio”.
El impacto de las start ups mexicanas es tan importante y notable que la empresa BITSO (plataforma financiera especializada en compra y venta de criptomonedas), fundada en la capital del país, ya es patrocinadora oficial de la selección mexicana de fútbol.
Partiendo de esta comparación, el gobierno debe soportar sus procesos en la tecnología y usar esta última no solo para automatizar sus procesos y ser una herramienta de inclusión, sino también como un sistema de información y datos que tenga como resultado el diseño de políticas públicas efectivas para cada gobierno, de acuerdo a las necesidades específicas del mismo.
Los gobiernos pueden fortalecer sus instituciones públicas a través del uso correcto de las tecnologías mejorando la experiencia del ciudadano, generando un mayor grado de confianza que propiciaría el verdadero estado de derecho que merecemos los más de 126 millones de mexicanos que estamos preocupados por el rumbo de nuestro país.
México es un país de jóvenes, la edad promedio es de 29 años aproximadente; si bien están capacitados y familiarizados con el uso de la tecnología, la mayoría de los 32 gobernadores del país pertenecen a otra generación y no la priorizan en sus planes de gobierno, manteniendo los mismos procesos que se vienen manejando desde hace más de 30 años, deteniendo el crecimiento y la verdadera “transformación”.
Ni hablemos de las administraciones de los municipios en México, que se encuentran en una situación peor que los gobiernos estatales, ya que en los últimos tres años han sufrido cambios drásticos, pues se ha recortado buena parte de las participaciones federales provocando un gran déficit en la cobertura de los servicios públicos y en el aumento de la corrupción.
La tecnología bien desarrollada e implementada no solo es antídoto puro, también es un poderoso artefacto que puede operar como un gran aliado para independizar y crear una verdadera autosuficiencia financiera en los municipios del país donde no solo ayudará a combatir la corrupción o a diseñar políticas públicas y mejorar las experiencias del ciudadano, sino que apoyará a mejorar y simplificar los mecanismos y sistemas de recaudación, teniendo como resultado la independencia económica del municipio mexicano respecto al sistema federalista, en el cual actualmente se siguen “soportando” a medias.
La tecnología puede coadyuvar a la operación del municipio en sus aprovechamientos y en la estructura o eficiencia del gasto por parte de las tesorerías municipales y otras direcciones, a través de plataformas digitales que permitan optimizar recursos, donde no solo por el análisis de los datos podamos fortalecer los ingresos propios del municipio sino por la sencillez e inclusión que se puede llegar a tener con la tecnología como puente de interacción con los jóvenes contribuyentes.
Los municipios pueden fortalecer sus ingresos, por medio de la tecnología, a través de la modernización y simplificación de sus trámites y servicios, los cuales no solo demoran menos, sino que también generan una mayor participación ciudadana que aborda el tema de la inclusión como un eje importante para recaudar por medio de la tecnología en las distintas áreas que conforma una administración municipal, como lo es Desarrollo Urbano u Ordenamiento Territorial, en los trámites y servicios, la modernización del catastro y la interacción con las direcciones de ingresos de las Tesorerías Municipales en el cobro eficiente del predial, las multas digitales en materia de tránsito, ecología o servicios públicos, así como los aprovechamientos que se pueden digitalizar, establecidos en la ley de ingresos de todos los municipios del país.
La tecnología no es el “futuro”, como lo mencionan comúnmente los funcionarios públicos municipales y de los tres órdenes de gobierno en este país (los cuales si bien son acertados al empezar a “socializar” el tema de la tecnología, son poco pragmáticos al momento de presupuestar estas inversiones en sus cabildos a través de sus regidores y su gabinete), sino que es un tema que HOY se debe proyectar a través de los consejos de mejora regulatoria del país y en la agenda política de los funcionarios que, cada vez, tienen mayores exigencias y retos por parte de un pueblo que ya no cree en sus gobiernos.
La tecnología no tiene por qué ser cara y compleja; es labor de las empresas y gobiernos convenir y encontrar modelos de negocios que se adecuen a los presupuestos sin descuidar la infraestructura social que requieren los municipios; pero el tema de Gobierno Electrónico si bien no es el único en el cual deben centrarse las administraciones, es un rubro que debe incluirse en la agenda pública del país como prioridad para el fortalecimiento de las instituciones públicas, teniendo como resultado el inicio del verdadero rescate de los municipios en México en el combate a la corrupción y en el desarrollo e implementación de verdaderas políticas públicas que generen una verdadera cercanía con los ciudadanos.
1 Comentario
Estimado Mario Felipe, crees que la aparente democratización de tecnologías de blockchain puedan facilitar la implementación de métodos tecnológicos en procesos de gobierno, debido a que genera una mayor confianza en sus procesos o la trazabilidad intrínseca del blockchain sume a la resistencia de la adopción de tecnologías en estos procesos?