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Rolando Daza

Apunte:

Estamos en el siglo XXI, decimos que es el siglo del conocimiento, lo cual ¿será cierto? Observando, las personas ponemos poca atención a nuestro mundo, estamos más preocupados por la política que por el bienestar de las personas que habitamos este planeta. La crisis hídrica afecta ya a todos.

Las principales causas de la crisis del agua intervienen en el ciclo junto con los procesos geofísicos y comienzan con la sobreexplotación de este recurso. Un gran porcentaje, arriba del 70% de los acuíferos, se encuentran sometidos a extracciones superiores a sus recargas. Esto genera sequías de gran magnitud en zonas del estado de Guanajuato, de la ciudad de León, Irapuato y otros municipios.

El consumo excesivo del agua transforma nuestros ríos en meros canales, repletos de embalses y trasvases. Poca atención ponemos a esta situación (la mayoría de la población y de los gobiernos dicen que no es un problema delicado o que no es su problema, no hablan de la situación). De este modo, la situación ecológica está afectada, lo que pone en riesgo los numerosos servicios ecosistémicos que nos prestan.

La sobreexplotación en Guanajuato se relaciona con nuestro modelo socioeconómico, que abarca aspectos como el consumo de alimentos que requieren enormes cantidades de agua para su producción y modelos agroganaderos intensivos con superficies de riego que siguen incrementándose cada día. Los regadíos se asocian al cultivo de todo tipo de productos, como frutas tropicales (aguacate, limón…), cultivos con altos requerimientos de agua (maíz, alfalfa, sorgo…) para alimentar al ganado, o el aumento de producción de cultivos tradicionales.

Para completar la situación, se presentan otras actividades (que los gobiernos ponen menos atención con tal que generen ingresos), como el turismo (el consumo de agua por turista se incrementa por persona, asociado a piscinas, saunas, mantenimiento de zonas jardinadas o campos de golf), la moda (un kilo de algodón necesita 10,000 litros de agua para producirse) y la industria.

También preocupa el aumento de las temperaturas mancomunadas al cambio climático provocado por la acción humana, el cual afecta directamente a diferentes procesos del ciclo del agua: aumento de la fusión de glaciares, de las tasas de evaporación y modificación del régimen de precipitaciones.

Como consecuencia, la disponibilidad de agua va en descenso, especialmente en zonas geográficas del país, donde se pone poco cuidado al aspecto ecológico. Su consumo se incrementa, mostrando la nula adaptación de la sociedad y de los gobiernos a la realidad climática, poniendo en mayor riesgo el estado ecológico de nuestras masas de agua y ecosistemas.

En la ciudad de León, Irapuato y en diversas regiones del estado de Guanajuato, la escasez de agua se encuentra en estado crítico, no se consideran procesos que interfieren directamente. La dominación humana del ciclo del agua está ausente de percepciones, a pesar de que las personas dependemos absolutamente del agua para nuestra supervivencia: la ingesta directa, la higiene, la producción de alimentos, los procesos industriales o el ocio y bienestar. Por cierto, ¿nuestros candidatos(as) tendrán clara esta situación?

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