Juan Miguel Alcántara Soria
El domingo pasado un puñado de ciudadanos nos manifestamos frente oficinas del INE, en la Ciudad de México y en otras más del país y fuera, exigiendo a su Consejo General respetar la decisión de la ciudadanía votante en la elección pasada, a la proporción que dio a cada coalición o partido. Demandamos evitar agandalle morenista, que obteniendo el 57% de votos efectivos (el otro 43% los ciudadanos lo dieron a las oposiciones), pretende le den el 75% de diputados. Abonamos a concientizar a parte del pueblo que ignora intentona, y sus consecuencias de sobrerrepresentación. Se perciben tres estados de ánimo o actitudes contrastantes: unos sienten que el barco va bien, otros ven riesgos de catástrofe. Y los que no votaron; les vale destino común. En Irapuato marchamos medio centenar de manifestantes, con buena cobertura de los medios. Escuchamos fuertes reclamos por la ausencia de dirigentes, candidatos y militantes de PAN, PRI, MC y PRD. A todos, oficialistas y opositores, los dirigen impresentables, sin solvencia moral. El del PRI ese día 11 se hizo reelegir en forma antidemocrática, y envió señas de querer traficar con la 4t (el PRIMOR genético). Los dirigentes del PAN, nacional y locales, sus candidatos y militantes, invisibles, pasmados, deprimidos.
En el PAN se anuncian dos procesos simultáneos de “renovación” de dirigencias. En lo nacional, con el método ordinario, democrático, abierto a su militancia añosa y escasa. En Guanajuato, por el contrario, con el extraordinario, de permitir votar solo a los 110 consejeros estatales, cerrado a sus 16,280 militantes. Varios decepcionados ya anuncian retiro o renuncia. El periódico AM publicó ese domingo una radiografía de cada uno de esos consejeros: 42 trabajan para el gobierno del Estado (en secretarías de desarrollo social, de gobierno, los más), 20 son familiares de éstos, 11 en nómina de ayuntamientos, 18 en legislaturas federal o local; 10 en comités directivos panistas. Solo 9 supuestos “independientes”, ni 10%. La senadora Alejandra Reynoso, avalada por el exgobernador Carlos Medina y otros liderazgos locales, Impugnaron, esa convocatoria, en el Tribunal Electoral del Estado, por violar derechos de la militancia. En cambio, el gobernador Diego Sinhue dio su apoyo abierto a su “mancuerna con colmillo muy grande”, la de su exsubsecretario de desarrollo social y de su secretaria particular, para ser ungidos dirigentes, por esa burocracia doblada y conducida por su actual jefe de gabinete; con pretensión de extenderse en el tiempo para seguir lucrando con recursos públicos. Este PAN duro y rancio no tiene viabilidad aquí ya.
En los siguientes días las turbulencias continuaron. El Tribunal Electoral federal, calificó la elección presidencial el miércoles 14, desechó 240 impugnaciones de partidos y ciudadanos. Vale reconocer a la Magistrada Janine Otálora, quien resaltó varias irregularidades: 1) fraude a la ley y procesos adelantados, porque la precampaña presidencial de Morena se adelantó 12 meses, con inmensos recursos, a la vista de todos; 2) la indebida injerencia de López Obrador, quien en 50 mañaneras atacó a Xóchitl Gálvez; 3) Injerencia del crimen organizado, quitando y poniendo candidatos y financiando campañas de Morena (surgió el escándalo del Mayo Zambada). Y el jueves, en la sede del mismo Tribunal, la declarada presidenta electa, reclamó le otorgue sobrerrepresentación de sus diputados, y les advirtió que sigue la reforma al poder judicial.
El viernes, jueces y magistrados se convocaron a votación digital el 19 de agosto, para decidir ir a paro nacional indefinido, hasta que sean escuchados. Buscan “se respete el Estado de derecho por medio de la garantía de la independencia judicial y no se ponga en riesgo la carrera judicial”. El mismo día diputados de Morena anuncian que va la elección directa de ministros y jueces, y tómbola cuando haya muchos aspirantes a un cargo.
La tripulación del país la dirige un psicópata que confrontó a pasajeros del barco entre buenos y malos; en el cambio de capitán -que no de tripulación-, pretende un destino distinto, y acelerar cambio de régimen a una dictadura populista, como Venezuela. ¿Y la oposición dónde está?
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