Rolando Daza
Apunte:
Quisiéramos tener más optimismo, no ser agoreros de tiempos difíciles, las señales destellan. Estamos en una senda difícil. Existen factores externos e internos que afectan. La guerra de Rusia vs Ucrania persiste, la deuda pública de Estados Unidos es impresionante y será el detonante de la recesión económica; el desabasto de alimentos, del agua y la inflación continúan, el ánimo de los inversionistas hacia nuestro país es sombrío, la política gobierna sobre la sensatez y la cordura.
El panorama gris, es difícil que México evada los efectos de la recesión en EUA. Con tristeza vemos que el gobierno se apalanca de los compatriotas que envían sus remesas, nuestro gobierno se engalana con las aportaciones, exportamos brazos para producir y generar recursos en el otro país. La caída en el PIB de México puede darse hasta el siguiente año.
Entones, la única manera en la que podemos tener cierto control de las variables que nos van a afectar es hacer prospectiva. Estos tiempos están dados para los “prospectivistas”. Ellos requieren de tiempo y espacio para construir los futuros, esperemos sus visiones.
Para fines de esta colaboración van algunas sugerencias básicas:
- Para las empresas y para las familias: apoyarse en los puntos fuertes que les han permitido solventar estos dos años, olvidémonos de las áreas de oportunidad, para poder ajustarnos a las condiciones que se presentarán.
- Estemos al pendiente de las tendencias que permitan a la empresa generar estrategias y acciones orientadas a enfrentar los retos de estos tres o cinco años.
- Identificar los cambios políticos, sociales y económicos que vendrán a alta velocidad y que serán bastante erráticos. Por ejemplo, observar la volatilidad que existe con el tipo de cambio o el incremento del costo del dinero, las decisiones que se tomarán sobre el Tratado y dentro de los partidos políticos.
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